Anoche cuando llego a mi casa me encuentro con una desagradable sorpresa: en la puerta dejaron un perro muerto con un golpe terrible en la cabeza o un disparo de arma de fuego. Inmediatamente pensé: ¿Quien fue el animal que hizo semejante barbaridad?. Se me ocurren algunas respuestas que quiero comunicar y reflexionar.
En primer lugar ese animal no es de mi barrio, no pertenece a ningún vecino del lugar, nadie lo reclamó como propio. En segundo termino pienso en porque lo arrojaron en la puerta de mi casa, cuando pudieron disponer del cuerpo en cualquier otro lugar. Las causas pueden ser varias: lo chocaron y lo arrojaron allí, lo cual me parece improbable ya que es un lugar escasamente transitado y los autos circulan a baja velocidad (para llegar allí debió volar más de diez metros). Creo que si alguien hizo esto (dejar el animal tirado), es un miserable, alguien desagradable que no se hace cargo de sus actos.
Esto me lleva a pensar en otras causas, las que tienen que ver con la coyuntura política, las que tienen que ver con quienes no son capaces de respetar la vida. Pienso en aquellos que les gusta aterrorizar y ya han dado muestras de que su metodología es la violencia. Creo entonces que este hecho es un mensaje, que quieren atemorizar a mi familia y que el objetivo es que no sigamos militando. Mi casa no es desconocida, yo no soy desconocido y se que a los que manejan el poder en este distrito no les agradan los militantes sociales. No les agradamos porque no nos pueden comprar por una bolsa de monedas, no les agradamos porque tenemos ideología, no les agradamos porque a pesar de todo no nos pueden silenciar.
Sepan entonces que son unos animales (con perdón de este pobre animal que han matado tan barbaramente) y que lo único que han provocado en mi es asco y repudio. Seguramente el mes que viene no van a estar más en el poder: BIEN MERECIDO LO TIENEN POR VIOLENTOS Y CORRUPTOS.
Jorge Pedro Colmán
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