viernes, 22 de julio de 2011

Ciudadanos o consumidores: La identidad negada en Malvinas Argentinas.

Las instituciones definen los modelos de sociedad donde se desarrollan. En este sentido Malvinas Argentinas es una isla dentro de la provincia de Buenos Aires y la República Argentina, pero para mal.


La dictadura militar golpeó fuertemente al ex General Sarmiento con cientos de militantes que sufrieron las consecuencias de aspirar a un mundo mejor, cientos de familias claman aún por justicia. Campo de Mayo reunió varios centros de detención clandestinos (CCD), muy pocos tuvieron la suerte de salir de allí con vida, varios niños nacieron y perdieron su identidad en el Hospital Militar. Sus madres nunca los pudieron acunar, sus asesinos las dejaron vacías como seguro estában sus corazones.


Malvinas Argentinas es parte de esa historia, junto a la lucha de sus trabajadores, con barrios construidos por sus manos. Los derechos humanos son para todos nosotros parte de nuestra historia, historia de lucha, historia escrita con sangre y sudor. Por eso es extraño que las instituciones no acompañen esa historia, que no tengan un espacio donde ser recreados, potenciados y desarrollados.


Los años noventa no pasaron en vano por la cabeza de los que gobiernan Malvinas Argentinas. Los desfiles militares para festejos patrios, las plazas adornadas con rezagos del ejército, ¿La construcción del Palacio Municipal en un ex-centro clandestino de detención?, ¿Son una casualidad?. 


En nuestro municipio no existe la secretaría de Derechos Humanos, un claro ejemplo del poco valor que se le da a la identidad histórica de sus habitantes. Cuando alguna vez pregunté donde debíamos vehiculizar inquietudes de este tipo me dijeron "esta la oficina de derechos del consumidor". Toda una definición esto de "defender derechos del consumidor", que seguramente son importantes, pero ¿Y los de los ciudadanos, donde los reclamo?.   


Para los ideólogos del neoliberalismo no existían los ciudadanos, eso era del 1800 con la revolución francesa, para ellos solo existen "consumidores" y buenos negocios. La ética ciudadana y su participación son ajenos para este modelo de sociedad. Por eso las patotas son necesarias, para mantener el "orden" a palos, si pudesen hacer su propia policía lo harían, apelarían como Mauricio Macri a ex-represores, sospechados de tener las manos manchadas de sangre de trabajadores, que querían/quieren un mundo mejor, con justicia social. 


Si justicia social, palabras extrañas para alguien que solo ve en sus vecinos consumidores, palabras extrañas para aquellos que aportan para una sociedad de orden, del órden de los poderosos, de los que mandan. No es extraño entonces, que el que hoy gobierna el ejecutivo municipal, provenga de una ideología ajena al peronismo, que importa poco si era afiliado o no al radicalismo, el travestismo político abundaba en los noventa (durante la dictadura el intendente era radical).


Malvinas Argentinas es casi mayoritariamente peronista, cuando en 1983 recuperamos la democracia, el peronismo perdió la provincia, pero no General Sarmiento (hoy parte de él es Malvinas Argentinas). Obrera en esencia, peronista del corazón, solo busca lo que todos los pueblos libres quieren: JUSTICIA SOCIAL. Por eso es necesario que las instituciones tomen la forma de los que lo habitan, no solo de los que mandan.


Una tarea que se dará, seguramente el proximo gobierno, será entonces crear una Secretaría de Derechos Humanos, que seguramente contendrá los de los consumidores, pero que responderá a las necesidades de un pueblo trabajador, su historia e identidad.


JORGE P. COLMÁN
Frente Transversal Nacional y Popular
Malvinas Argentinas

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