Por Jorge P. Colmán. Cristina Fernández fue la gran ganadora en Malvinas Argentinas. Superando las previsiones más optimistas del Frente para la Victoria, Cristina logró ampliar la diferencia sobre su seguidor Eduhardo Duhalde (que perdió una enorme cantidad de votos). En las elecciones primarias de agosto Cristina había obtenido un 57,59% de los votos escrutados, mientras que en esta elección logró un 67,83% sobre un pobre 11,82% de Eduardo Duhalde que salió en segundo lugar.
Las respuestas podrían encontrarse en el empuje nacional de la victoria nacional de Cristina, luego de haber superado el 50% en las primarias. En segundo lugar el "arrepentimiento" del Duhaldista Cariglino (devenido en macrista por desesperación) dejo en libertad de acción a sus militantes para que voten a quien quieran a presidente (mientras lo voten a el para intendente) . Los "duhaldistas puros" vieron con resignación como su jefe los dejaba a la deriva.
Por otra parte Luis Vivona no logró el objetivo de capitalizar el avance de Cristina en Malvinas Argentinas. Apremiado por el tiempo, se encontró con poco margen para el armado de la campaña. Por otro lado no pudo potenciar las candidaturas de sus seguidores locales (que por su legitimidad podrían aportar la idea de un colectivo más amplio). Los números son por demás elocuentes, Cataldo Cariglino se impuso con un 55% sobre un 36% de Luis Vivona (31% menos que Cristina Fernández en el distrito).
La nacionalidad de la campaña perdió frente al localismo de Cataldo Cariglino, que gasto una fortuna enorme en revistas (carísimas), diarios, C/D, pintadas, aviones y la presión sobre todos los empleados para que hagan campaña a su favor. Vivona no se logró instalar una plataforma política que supere lo realizado, quedando en propuestas abstractas, con buenas intenciones, pero que no lograron entrar en el sentimiento de los vecinos.
Nunca el aparato cariglinista jugó tan a pleno. Desesperados salieron a asfaltar calles olvidadas (se generó un rojo presupuestario que pone en peligro los sueldos y hasta el aguinaldo de los empleados municipales), se hizo campaña en los despachos y oficinas públicas. Se presionó a las organizaciones sociales, llegando incluso a la violencia física. El riesgo de la derrota caló muy hondo en sus estructuras y mostró una de las caras más miserables de la política.
El futuro de las instituciones en nuestro municipio esta en peligro, Cataldo Cariglino triunfó a nivel local, pero el futuro no parece tan venturoso para las cuentas públicas. La forma de hacer política deja serias dudas y la democracia quedo maltratada más allá de los resultados en las urnas.
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